viernes, 24 de febrero de 2012

El Biblioburro


Os voy a contar la meritoria historia de Luis Soriano, un profesor de primaria colombiano que cree firmemente en la capacidad que tiene la lectura para transformar a los niños, alejándolos de la violencia y encauzándolos hacia un futuro provechoso.
En los alrededores de la remota población de La Gloria, la pobreza y lo complicado del terreno impedían que los chavales tuvieran acceso a los libros. El acceso con vehículos de motor era impracticable. Así que un buen día, a finales de los años 90, Luis decidió coger dos burros (Alfa y Beto; bien de nombre), cargarlos con 58 libros y recorrer las comunidades interiores de la Colombia caribeña. Así nació el Biblioburro, al que los chavales esperaban siempre con anhelo.
Pero la cosa no quedó ahí. Al principio Luis solo tenía su (buena) voluntad y las donaciones esporádicas de libros de particulares. Pero poco a poco, su iniciativa fue recibiendo más y más apoyo. En 2008, el Biblioburro contaba ya con 4.800 volúmenes (que los sufridos pollinos no cargaban en un solo viaje, no os preocupéis). Una pequeña compañía local donó dinero para que pudiera construir una biblioteca donde alojar todos los libros. El nivel cultural de la zona se disparó. No solo se prestaban libros de aventuras infantiles; también manuales de medicina, novelas de suspense, el diccionario de la RAE... En una ocasión, unos bandidos asaltaron a Luis mientras realizaba su ruta y, al ver que no llevaba dinero, le robaron un libro de Paulo Coelho (desdichados...).



La historia de Luis y sus burros llamó la atención del realizador de documentales Carlos Rendón, quien dirigió un largometraje sobre el tema que se estrenó en 2011, atrayendo nuevos donantes y simpatizantes. En ocasiones, el esfuerzo de una persona puede atravesar montañas y lograr algo realmente grande.